16 de diciembre de 2018

LA LUCHA DEL ÁNGEL

 Si me pongo a recordar desde prácticamente mis comienzos en este mundillo de letras e incluso de internet ahí ya estaba él: Vicent lillo. No existía apenas redes sociales. Pero había una página (ya desaparecida) que se llamaba Grupobúho.
Nada mejor que él para describirlo: 

      “Recuerdo que nos conectábamos a 56k  pero sobraba ancho de banda para comunicarnos porque existía otra conexión. La de la naturalidad, la de la disposición a conocer al otro, a lo que el otro dice y a respetarlo. Ni siquiera había que hacerse éste planteamiento, porque no hacía falta. Se había creado un espacio igualitario en el que no importaba demasiado la formación, la ideología, el país, las formas peculiares que adopta la misma lengua, y en definitiva podías ejercer de citizen of the world, de un modo espontáneo. Al fin y al cabo, todos estábamos estrenando el papel del Word, la tinta sin cinta recambiable. Había pocas imágenes, pocos contenidos y muchas ganas de compartir intimidad. Se ha perdido un poco el espíritu de compartir las cosas del mundo interior, pero entonces se daba, o se podía dar, a poco que quisieras hacerlo. Con el tiempo todo tiende a profesionalizarse, a volverse formal, domesticable, y no tarda en vulgarizarse lo que era genuino.


     Así nos juntamos los Búhos. Había quien ya había publicado en papel, quien deseaba hacerlo y poco a poco fue construyéndose esa personalidad “maravillosa”, que marca distancias, desapegos y también profesionaliza el talento natural que se tiene a veces, otras veces el poco que se tiene desaparece. No puede ser de otra manera, porque las energías están puestas en lo que están. Eso sucedió después porque al principio no había imágenes. Desconocíamos quienes éramos, si acaso éramos un simple "dibu". Siempre elegía un girasol o un niño con sonrisa dando vueltas de cabeza. Supongo que también daba vueltas a la cabeza. A parte del sueño que creo que comparte media humanidad, de escribir algún día lejano un libro, lo que me importaba era aprender, y compartir lo que iba haciendo. Lecturas, poemas propios, ajenos, libros, músicas, pelis…  Y leer a los demás. Es básico salir del propio caparazón y verse desde fuera. Y eso era un ejemplo práctico, cotidiano. No hacía falta teorizar porque ya lo hacías sin darte cuenta…”

Pero antes de la entrevista  quiero presentar sus dos libros:



Empezaré por el más reciente:
                                                                                    
LA LUCHA DEL ÁNGEL             
AUTOR: VICENT LILLO SORIANO                  
MATERIA:MENTE,CUERPO Y ESPÍRITU
Nº PÁGINAS: 300
ISBN: 978-84-697-4189-4
FECHA PUBLICACIÓN: 29-06-2017     
PRECIO: 15.00€ (Con el Cd incluido del músico Fran Peñarrubia)

Podéis conseguirlo en La Espiral literaria, en la Librería Les Hores y por mensaje privado directamente al autor. 



Sinopsis:
Isaac, es un adolescente de diecisiete años que descubre que sus padres le mienten, aunque ignora los motivos. Se acerca su mayoría de edad, en la década de los ochenta y su mundo particular se tambalea y cimenta a la vez, de un modo festivo pero no tan feliz como era de esperar por él. No termina de ajustarse a los patrones que de un buen chico se esperan. Así que tendrá que hacer de tripas corazón y explorar toda su vida con un aire nuevo. Nunca resulta fácil abandonar la infancia, pero es más difícil hacerlo cuando lo que se presenta como madurez no resulta creíble.
Durante un curso escolar, Isaac irá desvelando sus descubrimientos y tribulaciones, sus dudas y aprendizajes, tanto en su vida social y familiar como en su vida de estudiante o íntima. Y es lo que irá compartiendo con el lector sin artificios. Un viaje solitario que no hará solo. Irá encontrando sus amores y sus amigos que le ayudarán en la tarea de encontrarse a sí mismo. La lucha del ángel es la confrontación de dos paradigmas. El Occidental y el Oriental. La realidad y el deseo. La razón y la intuición. Lo que debería ser y lo que es.

Fragmento:

 ”Nuestra verdadera alegría, siempre es previa a la aparición de nuestro primer amor, incluso anterior a nuestro gran amor, al único amor. A cada cual le gusta ponerle un nombre. Y eso no quiere decir que no sintamos toda la sintomatología del amor romántico en nuestras carnes.
Todos los pequeños tormentos de las dudas, todas las largas incertidumbres de las noches insomnes. La tristeza y la nostalgia infinita. El deseo desatado, la comezón carnal que te enciende con su placer tan diáfano y efímero, haciéndote buscar otra vez cómo saciar tu sed de infinito. Como un animalito en celo, como un mamífero buscando caricias o necesitando dar un abrazo, por el mero hecho de sentirse vivo con el otro. Ya me lo había dicho Judith, no te vas a librar ni de ver enanitos verdes. Y así era.
A los dieciocho años no es que estés en celo, es que eres un celo permanente. Una simple cuestión de hormonas. La sencilla necesidad de contrarrestar el dolor de abandonar el paraíso. Y lo buscas así. En el éxtasis que retorna con la brevedad del orgasmo. Y así era."




   
Imagen de  Espiral literaria 

6 comentarios:

  1. Qué gratos recuerdos los de Grupobúho, y nosotr@s formábamos un especial triángulo para compartir letras y emociones.
    Sin duda los libros de Vicent,son libros que dejan huella,que nos hacen respirar cada tanto y dejarnos llevar por el encanto del clima que sabe recrear en su narrativa.
    Personalmente, me quedo con LA LUCHA DEL ANGEL, principalmente porque se nota la evolución como escritor, y creo que se ha despojado de tics que en el otro aparecían y por momentos entorpecían un poco la lectura.
    RECOMIENDO LA LECTURA DE AMBOS.

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    1. Gracias Ale, pues así fue, nos intuimos siendo un dibu, y después nos pusimos cara. Hermosas las dos. Lo curioso es que sin saberlo, habíamos compartido lecturas, Anaís Nin o Fromm. Y lo curioso, es que en todo el entramado afectivo que se creó, los amigos de los amigos, eran amigos. Y se notaba. Sin amor, hubiera sido muy complicado que la página durara tanto y tan bien. En la primera novela, como dice Maliae, se quiere decir todo, es el debut y parece que no tendrás otra oportunidad de hacerlo. Cosa que ya en la segunda no hace falta, por suerte. Sin embargo, el universo en el que me siento cómodo no creo que haya evolucionado. Sí, en el modo de contarlo. Intimidad For ever. Gracias por pasarte Ale, siempre eres el vértice necesario y la sonrisa que ilumina.

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    2. Gracias, Ale, Gracias Vicent. Anaïs Nin tuvo mucho que ver y Fromm también. Ellos y vosotros. Un placer haberlo compartido. Un libro es todo un reto y haber conseguido publicar un segundo es toda una proeza. La magia de los libros nos hará volar... el poder de las palabras nos acerca y nos aleja. Feliz semana, chic@s.

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  2. Qué buenos recuerdos guardo de aquella época, solo fueron unos meses los que estuve antes de que cerrara la página, pero fueron suficientes para poder encontrar a gente maravillosa con la todavía mantengo relación y eso confirma tus palabras, mi querida amiga. No he tenido el placer de leer las obras de Vicent, pero sí de sus participaciones. Y es un placer. Mi enhorabuena por los logros alcanzados Vicent Lillo.

    Un abrazo para cada uno.

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    1. Yo creo que estuve casi desde el principio...y fue precisamente Vicent quien me presentó a Lunaroja. Fue una buena época. Aprendimos mucho. Teníamos un rincón que se llamaba: El rincón de Luna... Cómo tú dices, qué buenos recuerdos.

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  3. Quizás porque nos marcó Vicent, en el buen sentido. Porque conocimos a personas con las mismas inquietudes y que por algo será que aún después de tantos años seguimos en contacto. Personas como tú, con sus girasoles, sus mandarinas y su luz. Feliz semana.

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